martes, 28 de junio de 2011

TERAPIA FARMACOLÓGICA. Dr. Johann A. Bauer




De acuerdo con la compleja sintomatología de la fibromialgia, se pueden utilizar fármacos con sustancias reactivas muy diferentes, como analgésicos, antidepresivos, tranquilizantes o relajantes musculares.



Para la terapia farmacológica, con excepción de los analgésicos, hay una regla general según la cual en la mayoría de los casos las dosis mínimas suelen ser suficientes.

Debido a que los pacientes de fibromialgia no sufren ninguna enfermedad psíquica, es necesaria una dosis menor de la que habitualmente se recomienda. El error más frecuente es una dosis excesiva que comporta los correspondientes efectos secundarios.

Hay que tener en cuenta que los síntomas de la fibromialgia son distintos en cada paciente, y por ello el tratamiento ha de ser individualizado.

ANALGÉSICOS
Para la terapia contra el dolor disponemos de los analgésicos. Este grupo de fármacos incluye los analgésicos no esteroideos y los opiáceos con efectos de diferente intensidad, que se suministran en función de la intensidad del dolor.
El prejuicio que los analgésicos opiáceos crean adicción es falso y contraproducente, ya que en la actualidad, si se administran bien, son más seguros y se toleran mejor que muchos tranquilizantes.
Muchos pacientes afirman que sus dolores han mejorado con la toma de aspirina (ácido acetilsalicílico), sin embargo, no se debe olvidar que la toma indiscriminada de estos analgésicos ( no esteroideos) aumenta el peligro de desarrollar enfermedades del aparto digestivo.
Parece ser que sustancias nuevas como los llamados inhibidores COX-2, son mejor tolerados, algunos analgésicos de este tipo se pueden conseguir sin receta.
El ibuprofeno combinado con psicofármacos aumenta su efectividad. El Naxopreno combinado con el antidepresivo tricíclico amitriptilina, mejora de manera evidente el alivio del dolor y la calidad del sueño.


ANALGÉSICOS EN LA FIBROMIALGIA
Fármacos no esteroideos, sustancias que actúan en el sistema nervioso periférico (NSAID):
.- Acemetacina
.- Ácido acetilsalicílico
.- Azapropazona
.- Celecoxib
.- Diclofenaco
.- Diflunisal
.- Fenbufeno
.- Flurbiprofeno
.- Ibuprofeno
.- Indometacina
.- Ketoprofeno
.- Meloxicam
.- Naproxeno
.- Piroxican
.- Sulindac

Sustancias reactivas en el sistema nervioso central (opiáceos):

Reacción débil a media:
.- Codeína
.- Dextropropoxifeno
.- Dihidrocodeína
.- Hidrocodona
.- Tilidina
.- Tramadol

Reacción fuerte:
.- Buprenorfina
.- Fentanilo
.- Hidromorfona
.- Oxicodona
.- Pentazocina
.- Petidina

martes, 14 de junio de 2011

DOLOR CRÓNICO EN PSICOLOGÍA. Miguel A. Vallejo


El psicólogo ha estado presente en el estudio y tratamiento del dolor desde sus inicios. Diversos factores han contribuido a este hecho.

Por un lado el que la consideración del dolor crónico como un problema clínico sea relativamente reciente. En efecto, la atención al dolor como problema en sí, más allá de su valor diagnóstico para un sin número de enfermedades, se remonta a los años 70. Esto supone conjugar un desarrollo óptimo del abordaje psicológico establecido en otros ámbitos, con la necesidad de construir una nueva especialidad, ámbito de conocimiento y de intervención singularmente complejo.

La psicología viene a cooperar con la medicina, la anestesiología y neurología principalmente, para contribuir a explicar e intervenir sobre los efectos perceptivos singulares del dolor y su impacto psicosocial.

La existencia de tratamientos bien establecidos en otros ámbitos de la intervención en psicología clínica: técnicas de control de la actividad fisiológica (relajación y biofeedback, principalmente); procedimientos basados en el control de contingencias y técnicas cognitivoconductuales de adquisición de habilidades de afrontamiento, en especial la inoculación de estrés, permitió ofrecer alternativas adecuadas para integrar en tratamientos multidisciplinares, característica ésta que se impone desde los primeros momentos en el tratamiento del dolor crónico.

Desde el punto de vista médico esta ayuda psicológica es bien recibida. El paciente de dolor crónico no es una persona con problemas psicológicos (psicopatológicos en sí), sino que dichos problemas suelen acontecer como consecuencia de padecer un síndrome de dolor crónico.

En el campo de los denominados trastornos psicofisiológicos, medicina conductual o, más tarde, psicología de la salud, el tratamiento del dolor crónico es pionero. Es por este motivo, entre otros, por el que el tratamiento psicológico se imponga al tratamiento psiquiátrico.


Se trata de ayudar (apoyar) a una persona “normal” a sobrellevar o adaptarse al padecimiento de un problema médico impuesto. Es un trabajo esencialmente psicológico, no psiquiátrico. A ello hay que añadir el uso de psicofármacos que a dosis analgésicas utiliza el médico que trata el dolor crónico (véase el caso de los antidepresivos tricíclicos). El tratamiento psicológico del dolor crónico se justifica, por tanto, porque el impacto que el padecimiento de un síndrome de dolor tiene sobre la persona y su entorno social, puede contribuir a su agravamiento e incapacitar aún más a quien lo padece.

Esta tarea específicamente psicológica es compleja, al menos en su planteamiento, habida cuenta de que afecta de forma completa a la persona y su entorno: muchas variables a considerar y, posiblemente, programas de tratamiento multicomponente a utilizar.
Esta óptica, la del tratamiento psicológico como apoyo, es específica de lo que podríamos denominar facilitación de estrategias de afrontamiento del dolor que es específicamente abordada en otro artículo de este monográfico.
Es el tipo de tratamiento psicológico más adecuado cuando se trata de un problema crónico, para el que desgraciadamente no puede hablarse de curación, sino de afrontamiento o adaptación y convivencia a él.

Este aspecto, el de la imposibilidad de curación, es difícilmente aceptado por el paciente e, incluso, por el personal sanitario. Es lógico que el paciente se resista a asumir que una determinada dolencia le va a acompañar siempre y que sólo puede aprender a “convivir” del mejor modo con ella, sin embargo esa es la realidad de muchos síndromes de dolor crónico, incluyendo determinadas enfermedades reumáticas y procesos degenerativos, o el mero envejecimiento. Esto no significa que no se pueda mejorar la vida del paciente, pero sí que no pueda “curarse”, porque tal curación no es posible.

Aunque estos argumentos pueden aceptarse intelectualmente hablando, incluso el paciente puede hacerlo, resulta más difícil aceptarlos en términos efectivos: emocionales y comportamentales. De este modo el tratamiento psicológico, especialmente el referido a las estrategias de afrontamiento, es siempre tardío y viene a sancionar de forma ya efectiva que no hay curación sino medidas paliativas, a lo sumo.

Esto es un handicap, indudablemente: se busca realmente la “curación”, cuando explícitamente se niega, con lo que el acercamiento eficiente: la adaptación, el afrontamiento es minusvalorado y desacreditado, no formalmente pero sí de facto. Este es un problema sobre el que se volverá más adelante. ¿Es posible intervenir, tratar, el dolor crónico más allá, o más acá, de su afrontamiento? La respuesta ha de ser afirmativa.

miércoles, 8 de junio de 2011

TAICHI CONTRA LAS CAÍDAS. María Sánchez-Monge



Cuando una terapia se pone de moda, cunde la euforia. Todo lo cura; nada se le resiste. Los estudiosos se lanzan a investigar sus bondades y parece que su poder no tiene fin. Sin embargo, el tiempo acaba poniendo las cosas en su sitio.




El taichi es un ejercicio muy saludable, pero sus beneficios son finitos. De hecho, es posible que se puedan contar con los dedos de una mano. Aun así, sigue siendo muy recomendable, sobre todo para la tercera edad.


La rebaja de atribuciones terapéuticas suele llegar de la mano de las denominadas revisiones sistemáticas de estudios. El último número de la revista 'British Journal of Sports Medicine' publica una sobre este arte marcial chino, que aprueba con nota el examen de prevención de las caídas y el de promoción de la salud mental, pero no llega al aprobado en otras muchas áreas, como el dolor musculoesquelético, la artritis reumatoide, la enfermedad de Parkinson, la hipertensión arterial o el cáncer.


Los autores del análisis explican que el taichi "combina la respiración profunda y la relajación con movimientos lentos y suaves". La acción que ejerce sobre el equilibrio ayuda a disminuir los traspiés y su vínculo con la meditación es el que actúa sobre el bienestar psicológico. Según los investigadores, ahí acaba su eficacia. Consideran que no existe ninguna evidencia científica de que sirva para tratar dolencias inflamatorias como la artritis reumatoide. En realidad, los responsables de la revisión no dudan de que este arte chino tenga muchos otros efectos saludables. La cuestión es que buena parte de los estudios científicos que se han publicado no resultan válidos porque no se han llevado a cabo con el suficiente rigor. Otros expertos coinciden en que emplear el taichi para patologías como el cáncer constituye una exageración, pero creen que los autores de la revisión que acaba de ver la luz han sido demasiado restrictivos y hay aspectos que ni siquiera han considerado.

Cuerpo y mente
Este arte marcial representa una herencia de los taoístas de la antigua China. "Se trata de un tipo de actividad física que trabaja la mente y el cuerpo. Busca un equilibrio entre ambos", señala Alejandro Romero, investigador del departamento de Educación Física de la Universidad de Granada. Se basa en los principios de la filosofía budista y confucionista que establecen que existen dos fuerzas opuestas, el yin y el yang, que gobiernan nuestra salud. El desequilibrio entre las dos conduciría a la enfermedad.

Según los antiguos chinos, los movimientos corporales en los que se basa estarían destinados a canalizar la energía vital con el objetivo de lograr una buena salud y tener una vida longeva. Los maestros recalcan que el taichi nunca debe practicarse de manera automática. Aunque se trata de un ejercicio suave y relajado, la mente debe estar completamente activa y alerta.
Filosofías aparte, los movimientos que se generan mientras se practica requieren una rotación del cuerpo y una coordinación entre las extremidades superiores e inferiores que contribuyen a reducir el riesgo de caídas. Cada vez más personas mayores de nuestro país comprueban en sus propias carnes este efecto preventivo. Pero, según Alejandro Romero, también experimentan otros beneficios. "Se ha observado que quienes participan en programas de taichi mejoran la fuerza de los brazos y la flexibilidad de las extremidades inferiores", precisa.

También en el terreno físico, su grupo de investigación de la Universidad de Granada ha constatado la eficacia de este tipo de ejercicio en pacientes con fibromialgia, enfermedad caracterizada fundamentalmente por el dolor generalizado y la hipersensibilidad en diferentes puntos del organismo. En cuanto a las repercusiones sobre la mente, el experto asevera que, además de los aspectos psicológicos, hay que valorar la esfera psicosocial, es decir, "el apoyo social que obtiene una persona que acude habitualmente a una actividad grupal". El taichi se practica, por definición, en grupo.

ADAPTARSE A UNA ENFERMEDAD GRAVE: ESTRATEGIAS PARA LOS PACIENTES Y SUS FAMILIARES. Bruce Campbell



EL síndrome de fatiga crónica y fibromialgia necesitan unos ajustes profundos, tanto para los pacientes como para los que les rodean y todos los miembros de la familia se preguntan qué traerá el futuro.



¿Qué estrategias le ayudarán a usted ya su familia a adaptarse si usted está luchando con las perturbaciones creadas por SFC o FM?

Comprender su situación particular

La fundación de una respuesta eficaz es la comprensión de su situación particular. Las circunstancias de cada familia son diferentes, así como cada paciente debe individualizar la estrategia de su auto-gestión, las familias necesitan para desarrollar una respuesta a la SFC o FM adaptarse a las circunstancias individuales.


El ámbito de aplicación de los ajustes será dictado por la gravedad de los problemas de salud del paciente. El síndrome de fatiga crónica y fibromialgia varían en el tiempo. La persona promedio en nuestros informes funciona a un 25% de lo normal, pero hay un número considerable que están confinadas en sus hogares, mientras que otros se ven menos afectados y continúan trabajando a tiempo parcial o tiempo completo. La gravedad de los problemas médicos establecen los límites de la cantidad de ajuste necesario.


La situación financiera de la familia también es crucial. Algunas familias pueden permitirse el lujo de dejar que el enfermo deje de trabajar o se llegar plantearse una jubilación anticipada, mientras que otros deben realizar ajustes financieros de diversa índole.

La presencia o ausencia de niños y su edad también es un factor a tener en cuenta. Parejas con hijos en edad escolar tienen que hacer malabares con el trabajo y cuidado de los niños. Los que tienen hijos mayores de edad pueden recibir ayuda de estos.

La salud de la pareja es otro factor importante.
Un último factor es la fuerza de la unión entre los afectados, algunos matrimonios se hacen más fuertes por la enfermedad, mientras que otros sufren un desgaste en sus relaciones e incluso una ruptura. La respuesta del cónyuge a la enfermedad puede variar de un fuerte apoyo, por una parte, a la incredulidad, el abuso y el abandono por el otro.

Aquí están diez ideas de cómo las familias pueden adaptarse a SFC o FM.

1) Cambio de las tareas del hogar

En la mayoría de las familias que tratan con SFC o FM, la persona que está enferma no puede hacer todo lo que ella solía hacer, por lo que algunas o incluso todas las tareas del hogar deben ajustarse de alguna manera a la nueva situación. Por esas cosas que no pueden o no pueden hacer en la misma forma que antes, trate de pensar en términos de delegación, simplificación o incluso eliminación de tareas.
Delegar significa encontrar a alguien para que realice esas tareas. Esto a menudo significa que el cónyuge adquiere nuevas responsabilidades, pero también se podría utilizar ayuda externa (por ejemplo, un servicio de limpieza de la casa).
Simplificar es hacer algo con menos frecuencia o menos elaborado, por ejemplo, limpiar la casa con menos frecuencia.
La eliminación significa dejar tareas prescindibles, por ejemplo, el entretenimiento o la jardinería.

2) Realización de ajustes financieros

Si bien la situación financiera de algunas familias no se ve muy afectada por la presencia del síndrome de fatiga crónica o FM, la mayoría de las familias tienen que hacer ajustes en sus vidas financieras. Los ajustes pueden incluir reajustar el presupuesto familiar, reduciendo los gastos del hogar, cambiar de trabajo para conseguir mejores salarios o mejores beneficios médicos e incluso mudarse a un lugar menos costoso.

3) Educar a Otros
No es raro que los miembros de la familia tengan que tomarse su tiempo, a veces incluso años, para entender lo que significa el SFC y FM.
Se pueden utilizar tres tipos de estrategias para educar a otros sobre su nueva condición.
El primero es compartir la información general básica sobre las enfermedades
En segundo lugar, algunos pacientes han encontrado que su familia entiende la gravedad de su enfermedad después de asistir a una cita médica con ellos.
En tercer lugar, algunos han compartido material escrito para la familia y amigos,

4) Aprender asertividad
A menudo los pacientes sufren depresiones, recaídas o brotes por la culpa que les supone el no realizar sus tareas habituales. Una forma de superar este problema es mediante la definición de límites sobre su energía y, a continuación fijar los límites de la comunicación a los demás. Ajustar la actividad a sus límites puede incluir el uso de períodos cortos de actividad, extendiendo la actividad a través de la semana y alternando periodos de actividad con tiempos de descanso.

5) Ajustar las expectativas a una "nueva normalidad"
Todos en la familia tienen que adaptarse a la presencia de la enfermedad a largo plazo, por lo que son necesarios muchas adaptaciones prácticas y ajustes psicológicos. La clave para el ajuste psicológico es la aceptación, el reconocimiento de que la vida ha cambiado a largo plazo. A veces se denomina "la búsqueda de una nueva normalidad." La aceptación no significa resignación, sino más bien un reconocimiento de que la vida ha cambiado y un compromiso a vivir la mejor vida posible según las circunstancias.

6) Pedir ayuda y consejo
Debido a una enfermedad grave se ponen en tensión las relaciones, en este caso el asesoramiento puede ser útil. Utilizando la psicoterapia individual, terapia de pareja o de ambos combinados, como una manera de resolver problemas y trabajar a través de las cepas. Los grupos de apoyo pueden ser una buena fuente de referencias.

7) El desarrollo de intereses distintos
Los cónyuges, por lo general, tienen nuevas responsabilidades en la casa, a menudo incluyendo el cuidado de los niños. Como una manera de recargar sus baterías necesitan tiempo a solas o con amigos. Además, los pacientes pueden beneficiarse si se desarrollan nuevos intereses adecuados a sus límites y también nuevas fuentes de apoyo, que pueden ser otros pacientes o personas que comparten intereses similares.

8) Búsqueda de nuevas actividades compartidas
Una enfermedad grave puede hacer imposible que las parejas puedan pasan tiempo juntos de la misma forma que antes, pero se pueden desarrollar nuevas actividades para compartir, para hacer juntos.

9) Ayudar a otros a través de pérdidas de trabajo
Las personas con SFC y FM experimentan muchas pérdidas. Los miembros de la familia también experimentan estas pérdidas. Se les priva de una parte de la compañía que el paciente utiliza para cuidarse y descansar. Y, al igual que el paciente ha perdido el futuro que se esperaba, también lo hacen miembros de la familia y por eso es importante reajustar esos sueños para el futuro. Al igual que los pacientes, los miembros de la familia, también tienen la necesidad de llorar sus pérdidas, no tomar eso como una desgracia irreparable.

10) Poniendo de su parte
Si usted es el paciente, usted probablemente no va a ser capaz de hacer tanto como antes, pero usted puede contribuir aún a muchas cosas para mejorar la nueva situación.

a) comunicar: saber escuchar a mi marido y explicar lo que está en mi mente a él (no puedo esperar que los demás adivinen mis pensamientos)
b) reconocer que mi enfermedad provoca en ocasiones malas actitudes e irritabilidad, por eso es importante encontrar formas de “ventilación” para que no afecte a los demás una carga injusta.
c) También es importante que reconozca que su enfermedad está cargando de problemas y de responsabilidades a los demás, será importante, muy importante reconocer ese esfuerzo por parte de los otros.

lunes, 6 de junio de 2011

CONCEPTOS TERAPEÉUTICOS RELATIVOS A LA FIBROMIALGIA. Dr. Johann A. Bauer





Puesto que las causas de la fibromialgia siguen siendo desconocidas, no existe una terapia que resulte efectiva para cualquier paciente, a fin de liberarle de su dolor para siempre. Quién afirme lo contrario está mintiendo. Los conceptos terapéuticos actuales relativos a la fibromialgia se basan sobre todo en la lucha contra los síntomas, como el dolor, la fatiga o las alteraciones que limitan gravemente la salud de los pacientes.



Las experiencias con los conceptos terapéuticos utilizados hasta ahora han demostrado que lo que tiene más éxito es la combinación individual razonable de terapias, el denominado tratamiento multimodal. Por lo general, la simple medicina reparadora, orientada a los diferentes síntomas, suele fracasar. En cambio, se han conseguido muy buenos resultados con conceptos terapéuticos integrales que tienen en cuenta procedimientos y terapias de la medicina convencional y alternativa, así como terapias no convencionales con nuevas hipótesis, como por ejemplo la intervención quirúrgica en los cuadrantes de dolor.

Con frecuencia los pacientes afectados tienen problemas para decidirse ante las numerosas y variadas ofertas terapéuticas. Por lo general lo hacen en función de la intensidad de las molestias, y en su mayoría se decantan por una combinación de terapias. Aparte de las explicaciones y de la información sobre posibles causas, el diagnóstico y la terapia de la fibromialgia, existe una amplia gama de ofertas terapéuticas convencionales, alternativas y no convencionales. En este caso voy a ofrecerles un resumen de las posibilidades de tratamiento existentes.

TERAPIA SOCIAL

- Explicación e información a los pacientes sobre la enfermedad y las terapias.
- Explicación e información al entorno social de los pacientes sobre la enfermedad y sus terapias.
- Asesoramiento respecto a un cambio de estilo de vida razonable.
- Apoyo en situaciones de conflicto mediante peritajes en caso de problemas jurídicos.

TERAPIAS CONVENCIONALES

- Terapia farmacológica
- Fisioterapia
- Psicoterapia
- Terapia contra el dolor local

TERAPIAS ALTERNATIVAS

- Plantas medicinales y complementos nutricionales.
- Homeopatía
- Alimentación
- Programas antiestrés
- Quiropráctica
- Medicina tradicional china

TERAPIAS NO CONVENCIONALES

- Intervención quirúrgica en los cuadrante del dolor

miércoles, 1 de junio de 2011

MINIMIZAR RECAÍDAS. Lynne Matallana


Las recaídas, a veces llamadas contratiempos ,luces de bengala, o brotes son una parte común de las enfermedades crónicas. Además de crear más dolor y malestar pueden ser muy preocupantes.

¿Está teniendo una crisis ahora?
Si usted está experimentando síntomas intensos, pregúntese si sus síntomas son conocidos o si tiene síntomas nuevos o los síntomas tienen una nueva intensidad. Si su situación resulta familiar, puede encontrar útiles las siguientes sugerencias. Si su situación es algo nuevo y diferente, puede haber algo más en juego, además de síndrome de fatiga crónica o fibromialgia. En ese caso, considere la posibilidad de recibir asistencia médica. Si sus síntomas son muy graves y agudos, por ejemplo, si usted está experimentando dolor en el pecho, sensación de desmayo o vómitos, busque ayuda médica de inmediato. No asuma que los síntomas intensos son sólo un brote de síndrome de fatiga crónica o fibromialgia. Recuerde que la mayoría de los pacientes con SFC y fibromialgia tienen uno o más problemas médicos adicionales.

Limitación de la gravedad de las recaídas
Hay muchas cosas que usted puede hacer para ayudarle a sobrellevar una recaída. Algunas son las acciones para tomar (aumento de las dosis en la medicación), mientras que otras son adaptaciones mentales para hacer más comprensible la situación y traer consuelo.

Tome un descanso extra
La estrategia más común para superar los contratiempos es tomar un descanso extra y continuado hasta que cese el brote. Como un enfermo dijo en nuestro programa: "Cuando se producen recaídas, por la razón que sea, si tengo algunas cosas planeadas para ese día, trato de decirme a mí mismo que van a esperar a otra ocasión". Otro dijo: "Una de mis reglas para vivir con síndrome de fatiga crónica es: si todo lo demás falla, ir a la cama. Esta regla me da permiso para reconocer que a veces me siento impotente ante la enfermedad y la cosa más inteligente que puedo hacer es ceder a la misma".

Actuar de inmediato
Usted puede ser capaz de reducir la duración de un revés, o incluso impedir que se agrave al tomar medidas tan pronto como los síntomas comienzan a intensificarse. Un miembro de uno de nuestros grupos, dijo, "Tan pronto como empiezo a sentir dolor muscular nervioso, náuseas o cansancio, dejo de hacer lo que estoy haciendo, me voy a mi cuarto, bajo las persianas y me acuesto. Esa acción por sí sola hace que me empiece a sentir mejor. Entonces practico la respiración profunda para aclarar mi mente. Este período de relajación puede durar de 45 minutos a más de dos horas. Por lo general, me levanto fresco y enérgico, y puedo reanudar las actividades normales".

Lynne Matallana informa del éxito similar en la limitación de los efectos de la migraña. Ella escribe, que ella misma enseña a reconocer las señales de advertencia de que una migraña que se avecina y al hacer uso inmediato de las técnicas de relajación, fue capaz de disminuir la intensidad de la migraña e incluso a prevenirla.

Posponer, delegar o eliminar tareas
La reducción de la actividad, posponer tareas, pedir ayuda o incluso dejar de lado algo innecesario puede ayudar a acelerar el final de un brote. "Pedir ayuda si no puedes hacerlo todo, o simplemente dejar las cosas menos importantes que no puedo hacer en ese momento me ayuda a reducir el estrés y mis fracasos".

Buscar consuelo y apoyo
Debido a que las recaídas pueden ser profundamente desalentadoras, puede ayudar decir palabras de consuelo para usted mismo, tales como "este brote va a terminar, al igual que todos los demás". El Auto-consuelo puede ayudar a relajarse y calmar la voz interior que insiste en que nunca va a mejorar.
Hablar con alguien de confianza puede ser útil porque de las sugerencias que recibe pueden ser muy gratificantes. Sólo sentirse vinculado a algo más allá de mí mismo ayuda a levantar el ánimo.

Preparar
Preparar cosas a mano puede ayudar a reducir la ansiedad de un brote y hacer más fácil y llevadero dicho brote. Preparar comida en casa, incluidos los alimentos que su marido y los niños pueden cocinar, dejar tareas pendientes sin ningún remordimiento, etc. Además, puede reorganizar su dormitorio para que las cosas que necesita estén cerca de su cama o del lugar de descanso, eso da mucha tranquilidad y sosiego, tienes la sensación de estar preparado.

Volver a la normalidad lentamente
Los largos períodos de descanso pueden crear frustración al pensar en todas las cosas que has dejado de hacer y no has podido debido a los síntomas. Esta frustración puede conducir a la reanudación de un nivel de actividad normal antes de que el cuerpo esté listo, lo que, a su vez ,da lugar a otra recaída.
La última estrategia para limitar el impacto de las recaídas es volver progresivamente a un nivel de actividad normal. "Cuando siento el impulso de volver a trabajar muy pronto, visualizo lo que voy a sentir si lo hago. Eso es por lo general suficiente para convencerme de que me tome un descanso extra otro día o dos."

La identificación de desencadenantes de recaídas
Algunas recaídas se deben a factores ajenos a la enfermedad, pero otros son causados por factores sobre los cuales usted tiene algún tipo de control. Estos factores pueden ser decisiones que toma que se puede aprender a controlar o evitar. Usted puede comenzar a tomar el control de sus brotes mediante la identificación de factores desencadenantes, lo que previsiblemente provoca una intensificación de sus síntomas.

Hiperactividad
Como se señaló anteriormente, vivir "fuera de los límites de energía" es una causa frecuente de síntomas intensos a través del ciclo de empuje y choque. La gente en nuestros grupos han distinguido entre la hiperactividad de este tipo que a veces llamamos hiperactividad que lamentar, y otro tipo, hiperactividad prevista. El primero puede ser una forma de vida que te deja fuera de control, el último es el resultado de una decisión deliberada, así, a veces, un evento puede ser importante, como hacer un viaje o las celebraciones de un día de fiesta, y que está dispuesto a aceptar las consecuencias.

El sueño
El sueño no reparador puede intensificar los síntomas y precipitar un ciclo vicioso en el que los síntomas y la falta de sueño se refuerzan mutuamente. Este es un problema muy común para las personas con fibromialgia.

Estrés
El síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia son muy sensibles al estrés, minimizando el estrés se puede prevenir las recaídas. Los factores estresantes pueden incluir eventos con cargas emocionales, tales como problemas financieros, una revisión de la incapacidad o una mudanza, o pueden ser a largo plazo, tales como los conflictos familiares. "Yo intento de evitar todas las situaciones que producen estrés, porque el estrés, inevitablemente, provoca recaídas".

Eventos Especiales
Incluso ocasiones ansiosamente esperadas, como unas vacaciones, una boda o una fiesta, pueden desencadenar una recaída. Eventos como estos se asocian a menudo con las expectativas (tanto propias como de otros) acerca de nuestro nivel de participación, que nos deja sensación de presión hacia un mayor nivel de actividad de lo normal. Pero tales eventos no tienen por qué llevar a una recaída. Es posible que pueda reducir al mínimo el coste de la participación mediante el ajuste de su horario.
Es posible que, por ejemplo, pueda asistir a una celebración navideña en lugar de acogerla en su hogar. O puede ir a una fiesta o una boda, pero estar dos horas, en lugar de todo el día o tomar descansos periódicos.
En cuanto a los viajes, se pueden hacer más factibles, haciéndolos menos activos que de costumbre y haciendo descansos adicionales.

La prevención de recaídas

Siga su propio ritmo
Regular el ritmo de actividades es la mejor estrategia para llevar la estabilidad a la vida y prevenir contratiempos.
El tener períodos cortos de actividad. En particular, en tareas que implican movimientos repetitivos, tales como la preparación de alimentos, puede evitar los síntomas, rompiendo la tarea en segmentos de cinco minutos o diez, con un descanso entre cada período de trabajo, ayuda a manejar al aparición de los brotes, el mismo principio se aplica al trabajo mental.
Usted puede ser capaz de evitar un aumento en los síntomas al cambiar entre las diferentes actividades y la inclusión de actividades saludables en su día. "Lo que me ayuda es tener un balance de las actividades físicas y mentales, intercaladas con descansos frecuentes. Recientemente he introducido un sistema de lista de comprobación para recordarme las actividades que son buenas para mí, como caminar, ejercicio, descanso y aficiones".
Por último, usted puede agregar estabilidad a su vida viviendo de acuerdo a un calendario realista. Esto implica tanto la programación de un número adecuado de actividades y descansos intercalados permitiendo que las actividades no acaben agotándole.
Un enfermo explicó: "Definitivamente me ayuda hacer una lista de actividades semanales y diarias para que yo pueda darles prioridad. Sé la cantidad de actividad física que puedo manejar en un día, así que recuerdo esto y hago mi lista en consecuencia. Yo siempre me reservo , por lo menos, una hora de descanso por la tarde, por lo que este descanso está en mi lista todos los días. "

Otra estrategia de estimulación es tener una rutina diaria. Vivir su vida de una forma planificada y predecible puede ayudar a reducir las recaídas por dos razones. En primer lugar, la rutina es menos estresante que la novedad. Y, en segundo lugar, tener una vida predecible incrementa sus probabilidades de vivir dentro de sus límites.
Otra estrategia similar es tener una serie de reglas para circunstancias específicas. Por ejemplo, algunas personas establecen un límite de hasta dónde van a conducir, cuánto tiempo permanecen en casa y cuánto tiempo pasan con sus familiares. Si elabora directrices específicas para usted mismo, usted puede simplificar su programa de manejo de la enfermedad pregúntese dos cuestiones: "¿En qué situación me encuentro en este momento?" y "¿Cuál es mi regla para esta situación?"
Puede prevenir las recaídas, además, tomando un descanso extra antes, durante y después de eventos especiales, como vacaciones y días de fiesta, o después de una enfermedad secundaria. Esto puede ayudarle a evitar contratiempos o limitar su gravedad.
Si usted conoce a tiempo el esfuerzo inusual que viene, algo así como un viaje o una reunión familiar, puede ser capaz de reducir sus efectos negativos mediante la adopción de más descanso de lo normal durante varios días antes del evento y luego tener un descanso extra durante el evento y después del mismo. Una mujer de uno de nuestros grupos adoptó este enfoque para asistir a una boda. Durante dos días antes limitó su actividad. Llegó temprano a la boda, después de haber dispuesto de antemano un lugar en el que podía hacer una siesta antes de la ceremonia. En la semana después de la boda, también tomó siestas más largas de lo habitual y limitaba su actividad. A pesar de que experimentó cierta intensificación de los síntomas a raíz del evento, ella no había llegado al límite y por lo tanto el brote fue menor.

Mantenga registros
Tener un registro de salud puede reducir las recaídas de dos maneras.
.- En primer lugar, los registros pueden ayudarle a definir sus límites de energía y permitirle responder a cuestiones como: ¿cuántas horas al día puedo estar activo sin intensificar mis síntomas? ¿Cuánto sueño necesito?
.- En segundo lugar, los registros pueden servir como una fuente de motivación. Al ver la evidencia de un vínculo entre la hiperactividad y aumento de los síntomas puede ayudar a ser responsable de sus acciones.

Hacer ajustes mentales
Muchas de las técnicas de afrontamiento que ayudan a limitar las recaídas requieren nuevos hábitos y comportamientos, pero su fundamento se basan en la aceptación de límites.


Atender las señales que nos manda el organismo
Hay una fuerte tentación de responder a la aparición de los síntomas con un sobreesfuerzo adicional. Hay que hacer un enfoque diferente: escuchar las señales del cuerpo en esos momentos, puede evitar problemas graves.
Hay que detectar y aprender las señales que nos indican que hemos ido demasiado lejos y tener una buena idea de cómo y cuándo dar marcha atrás para evitar una recaída grande.
Hay que ser más conscientes de las señales de advertencia que el cuerpo manda cuando estamos haciendo demasiado y hay que aprender a parar tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, incluso si es sólo tumbarse durante unos minutos.

Ser asertivo
Saber claramente cuándo se necesitan medicamentos extras, cuándo se necesita un descanso o un tiempo de calma.
Es muy importante comunicar las necesidades y los límites a los demás. Los verdaderos amigos aceptarán esto y muchas veces te recordarán los periodos de descanso o parar el ritmo de lo que estén haciendo .

Abrazo la soledad
Sólo el tiempo puede reducir el estrés y permitir la recarga de las baterías.
La soledad ayuda a equilibrar todo. Es tan necesaria y gratificante como el reposo. Puedes llegar a conocerme a ti mismo, ajustar la forma en que lo estás haciendo, y escuchar lo que tu cuerpo te dice que necesitas en ese momento.

Perseguir el placer
Hay que tratar de hacer un montón de cosas divertidas, en pequeños bocados, para mantener el flujo de endorfinas.

Hay que tener tiempo para las actividades de diversión o placer. Esto es crucial para las buenas sensaciones. Cuidar el lado creativo, y buscar felicidad y satisfacción dentro de nosotros. Disfrutar de la belleza de la naturaleza, pues hay mucho a nuestro alrededor.


(Complete Guía del Idiota para la fibromialgia . Nueva York: Penguin, 2005.)

martes, 31 de mayo de 2011

SINDROME DE FATIGA CRÓNICA. SUEÑOS ROTOS.Carmen Martin


Síndrome de fatiga crónica

El sindrome de fatiga cronica no es una enfermedad nueva se conoce desde hace dos siglos, a finales del siglo pasado se encontró relación entre infecciones y la enfermedad.
Está clasificada como una enfermedad rara (de baja prevalencia) pero los últimos datos están arrojando que la prevalencia total alcance el 2,5 %. Es una enfermedad crónica con tratamientos para mejorar la calidad de vida ya que no tiene curacion. La fatiga es el sintoma principal de esta enfermedad pero es una condición compleja que dista mucho de lo que conmumente conocemos como fatiga.El sindrome de fatiga cronica discapacita y en un tanto por ciento muy severamente.

Sintomas
Su principal síntoma es la fátiga, fátiga que no cede con el descanso y de duración de más de seis meses. El Sindrome de fatiga cronica suele aparecer repentinamente después de haber sufrido un cuadro repentino parecido al de la gripe.
La fatiga que se produce en el SFC discapacita, tiene varios grados y puede obligar al afectado a reducir su actividad diaria a más de un 50%.
El afectado de sindrome de fatiga crónica puede padecer multitud de síntomas, la fatiga también se sufre a nivel intelectual, la extenuación a este nivel llega a afectar de tal forma que sufre alteraciones cognitivas siendo la discapacidad intelectual igual de grave que la física.
Entre otros síntomas se sufre intolerancia al ejercicio, dolores musculares, dolores articulares, dolores de cabeza, irritación en la garganta, problemas de concentración,dolor abdominal,dolor en los ganglios linfáticos, sabor de boca amargo o metálico, diarrea, estreñimiento, adormecimiento y/o hormigueo de las extremidades, mareos, imsomnio, falta de sueño reparador, fiebre o sensación de fiebre,alergia, sensibilidad a sustancias quimicas, sudores nocturnos entre otros.

Tratamiento
El síndrome de fatiga crónica no tiene cura. Se desconoce lo que la causa existen teorias sobre el origen infeccioso, inmunologico, neurologica y/o endocrina; por ello todos los procedimientos se dirigen a proporcionar a el afectado un mejor nivel de calidad de vida,el ejercicio físico es mal tolerado por los afectados de síndrome de fátiga crónica por lo que su realización debe ser personalizado y supervisado por un profesional en la rehabilitación. Apoyo psicológico, como cualquier otra enfermedad crónica puede causar trastornos de adaptación a la enfermedad por lo que a la ayuda a este nivel puede resultar muy beneficiosa para aceptar y conocer las limitaciones de la enfermedad.
La terapia farmacológica arroja poca luz para el tratamiento de los afectados, no existe un
tratamiento standard para la enfermedad, existen estudios con fármacos pero no son concluyentes por lo que el tratamiento debe ser lo más personalizado posible.


El sindrome de fatiga cronica es una condición real, que existe..... el afectado verá mermada sus capacidades fisicas e intelectuales por lo que será necesario adecuar su puesto de trabajo y la comprensión de la familia para que el afectado pueda llevar una vida lo más digna posible y no sufrir más condiciones crónicas como la ansiedad o depresión que pueden ser un obstáculo para mantener las fuerzas que desaparecen drásticamente con esta enfermedad crónica e incapacitante.

domingo, 29 de mayo de 2011

CÓMO AYUDA LA FAMILIA AL ENFERMO DE FIBROMIALGIA Y SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA



Cabe tener en cuenta, que las características de estas enfermedades, las dificultades en su evaluación y tratamiento y su falta de entendimiento determinan sin duda un elevado sufrimiento individual y familiar con unos altos costes socioeconómicos directos en consumo sanitario.


También, diversos estudios ponen de manifiesto que a estos costes directos en consumos, se añaden los costes derivados de los déficits funcionales y la discapacidad que ocasiona la enfermedad , condicionando perdida de actividades y productividad tanto en el trabajo como en el hogar, y representando el 70% del total de los costes socioeconómicos.

Este hecho, de nuevo, vuelve a condicionar un impacto significativo en la dinámica familiar de los pacientes, agravando el estrés, produciendo cambios de rol y dificultades en la adaptación que lleva a pérdidas residuales significativas. Aunque sean las características del paciente y de su enfermedad lo que determine la evolución del proceso, también la estructura familiar, su forma de funcionamiento, el grado de extres producido y los consecuentes cambios pueden jugar un papel en el impacto producido, contribuyendo, en definitiva, al deterioro psicosocial y físico del paciente y de su entorno.

En todo caso, una de las grandes causas de crisis en una familia es el hecho de que alguno de sus miembros padezca una enfermedad crónica o incapacitante que implique limitaciones y requiera ser cuidado. Las dificultades serán diferentes dependiendo de cuál sea la persona afectada, de sus funciones en la familia y del tipo de enfermedad.

Hablamos constantemente de la familia, es un sentimiento de pertenencia que todos tenemos, pero vamos a intentar definir de manera sucinta, las funciones de la misma, características de la familia con enfermedad crónica, patrones relacionados, pautas de comportamiento, etc., para que a partir de esta definición exista una mejor comprensión del funcionamiento de la familia como sistema al cual pertenecemos y con el cual estamos en constante interrelación.

EL SISTEMA FAMILIAR

Soporte económico

.- Crianza de los hijos (cuidado, educación, nutrición, juego, disciplina).
.- Trabajos domésticos (cuidado del hogar, limpieza, lavandería, trabajo en el jardín, mantenimiento del hogar)
.- Alimentación (compra de alimentos, cocina, limpieza de la vajilla).
.- Transporte (conducción)
.- Emocional (intimidad, crianza)
.- Sexual
.- Espiritual
.- Relaciones, responsabilidades (familia ampliada, amigos)
.- Social (amigos, compañeros de trabajo/socios, organizaciones)
.- Tiempo libre (local, vacaciones)



Dinámica Familiar en relación a la salud:

.- La familia es más que un conjunto de individuos
.- La familia tiene patrones repetitivos de interacción que regulan el comportamiento de sus miembros.
.- Los síntomas de un individuo, pueden tener una función determinada dentro de la familia.
.- La capacidad de adaptación a una realidad cambiante es característica de la familia sana.
.- Las necesidades de la familia se someten a las del enfermo, con lo cual suele crecer la frustración y la sobrecarga.
.- Se desarrollan, dentro de la familia, coaliciones y exclusiones emocionales como respuesta a la enfermedad
.- Las familias se adhieren a estos patrones rígidos, resultando muy difícil reajustar sus patrones, aunque estos sean muy disfuncionales.
.- La rigidez del estilo se mantiene en parte por el relativo aislamiento de la familia para "afrontar" las demandas de la enfermedad crónica.


Patrones familiares de respuestas típicas a la enfermedad:

.- La mayoría de familias desarrollan patrones de respuesta en los momentos primerizos de la enfermedad, en una fase aguda, después es reticente a cambiar dichos patrones. Viven el cambio como una amenaza familiar.
.- La familia es consciente de los sentimientos de contrariedad, culpa, resentimiento e impotencia que genera la enfermedad en sus miembros, pero experimenta estos sentimientos como incompatibles con la condición médica del paciente y con la estabilidad de la familia.
.- Los miembros de la familia no hablan entre sí de la enfermedad, ni tampoco del impacto que está teniendo en ellos.
.- La mayoría de las familias con un enfermo crónico informan sobre haber tenido malas experiencias con alguna parte del sistema médico.
.- Las familias con pacientes crónicos se sienten cuestionadas cuando se les ofrece ayuda psicológica, porque se supone que el ofrecimiento se produce porque están haciendo algo incorrecto.
.- Este tipo de familias no acostumbran a encontrar tiempo para hablar de otros tipos de problemas relacionados con la enfermedad, especialmente si tienen hijos adolescentes.

Recomendaciones a los familiares:

.- Es bueno hablar sobre la enfermedad; fingir que no está pasando nada no ayuda a enfrentarse con la crisis. Es importante discutir la enfermedad y sus efectos sobre la familia y sobre cada miembro en particular.
.- Es necesario asegurarse que todos los integrantes de la familia comprenden bien en qué consiste la enfermedad, incluyendo los más pequeños.
.- La familia tiene que otorgar las mismas oportunidades de expresión a todos y cada uno de sus miembros. Mantener el canal de comunicación abierto puede ayudar a evitar conflictos eventuales.
.- Cada uno tiene que aceptar como válido la forma de sentir y de pensar de los demás integrantes, aunque no esté de acuerdo con lo que supuestamente espera la mayoría.
.- El funcionamiento interno de la familia tiene que flexibilizarse al máximo. Será necesario una redistribución de roles, el asumir nuevas obligaciones y creatividad para buscar soluciones frente a situaciones conflictivas.
.- Se tiene que verificar que cada miembro de la familia tenga claro que se espera de él.
.- La familia tendrá que evitar actitudes sobreprotectoras o bien hacer suposiciones sobre lo más conveniente para el enfermo. Siempre que sea posible, el enfermo tendrá que implicarse y participar activamente en las decisiones y proyectos familiares.
.- El paciente tiene que estar abierto a la expresión y discusión de sus necesidades y limitaciones, sin caer en el error de evitar exponerlas creyendo que de esta forma ahorra dificultades y sufrimientos a su familia.
.- Tendrán que ser comprendidas y respetadas las emociones y necesidades de todos los miembros de la familia y no solamente los del paciente. Para poder cuidar al miembro enfermo de la familia, cada uno tiene que considerar prioritario su bienestar personal.
.- Será muy beneficioso para el paciente, al igual que para la familia, poder expresar los sentimientos y emociones abiertamente, no solamente a través de las palabras sino también con actitudes. No piense que los demás saben cuánto les quiere, demuéstreselo con gestos de afecto. Comunique sus emociones y exprese esperanza.
.- Permita que su familia sepa lo importante que es para usted cada uno de ellos. Compartir estos sentimientos puede crear nuevas fuerzas para acompañar el proceso de esta enfermedad.
.- Si su vida sexual también se ha resentido, hable sinceramente con su pareja sobre el problema, sobre las limitaciones de su energía y de las alternativas. Permita que sepa lo que significa para usted la atención física: las caricias, los abrazos y los besos son tranquilizadores para su pareja.

Las familias son normalmente sanas y utilizan sus recursos propios para adaptarse a situaciones de estrés como la enfermedad crónica de uno de sus miembros, pero es todo el sistema familiar el que se moviliza en busca de una adaptación funcional en términos de salud. Sólo ocasionalmente el paciente y la familia pueden tener dificultades en encontrar los recursos que tienen para realizar los cambios necesarios para una nueva situación, y puede ser necesaria la ayuda de un terapeuta familiar para entrar de nuevo en una situación de equilibrio biológico, psíquico y social.

sábado, 28 de mayo de 2011

LA SEROTONINA Y SU POSIBLE RELACIÓN CON LA FIBROMIALGIA Y EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA. Información obtenida del blog de Mylene Wolf


Hemos escuchado mucho acerca de la relación entre los bajos niveles de serotonina y la fibromialgia (FM) y el síndrome de fatiga crónica (SFC), y por lo general se trata de su función como neurotransmisor (mensajero químico en el cerebro). La actividad de la serotonina se produce en varias áreas del cerebro, que la usan de manera diferente, y contienen diferentes juegos de receptores que también influyen en cómo se utiliza. Sin embargo, la serotonina también se ocupa del resto del cuerpo como una hormona, y se cree que la desregulación de la serotonina en todo el cuerpo contribuye a muchos de nuestros síntomas y enfermedades concomitantes.

El nombre de serotonina se deriva de sus primeras funciones descubiertas, que consiste en estrechar los vasos sanguíneos; “sero” viene de “suero”, que es un componente de la sangre. Irregularidades en el flujo sanguíneo se han observado en estas dos condiciones:

.- En la FM, las investigaciones muestran patrones anormales de flujo sanguíneo en el cerebro, con más de lo normal en algunas zonas y menos de lo normal en otras. No sabemos los efectos concretos de esto, pero los investigadores saben que el flujo de sangre tiene un impacto significativo en la función cerebral.
.- También en la FM, algunos investigadores teorizan que los horribles dolores de quemazón que sentimos se deben a la isquemia (deterioro del flujo sanguíneo), que básicamente significa que el área "se duerme" y luego que regresa la sangre, se sienten como piquetes de alfileres y agujas dolorosas, a medida se recobra la sensación en el área.
.- En el SFC y en menor grado en la FM, algunas investigaciones han demostrado bajo volumen sanguíneo, lo que deja a las células hambrientas por oxígeno y nutrientes. Imagina estar a mucha altura, luchando por recuperar el aliento luego de pasar todo el día sin comer. Eso es lo que le puede estar pasando a cada célula de tu cuerpo.

En este momento no disponemos de una investigación específica sobre la posible relación entre la disfunción de la serotonina y esas irregularidades, pero ciertamente es una conexión que parece lógica.

La relación de la serotonina con la fibromialgia no se entiende completamente, pero parece ser bastante sencilla. No así para el SFC. Esta es un área donde hay que investigar las condiciones por separado.

Fibromialgia y Serotonina
Uno de los hallazgos más consistentes en la FM son los bajos niveles de serotonina. Es posible que nuestros cuerpos no produzcan suficiente, o que no hagan uso correcto de ella, o pueden ser ambos casos. Muchos de nosotros somos ayudados por el suplemento 5-HTP (triptófano), que nuestro cuerpo utiliza para crear serotonina. Otros somos ayudados por alimentos que incrementan el nivel de serotonina. La mayoría de los medicamentos utilizados para tratarnos, cambian la forma en que nuestro cerebro utiliza la serotonina, con el fin de hacerla más disponible.

El bajo nivel de serotonina también está relacionado con la migraña, que se considera una condición relacionada a la FM. En las migrañas, la baja serotonina hace que los vasos sanguíneos se dilaten mucho, lo que causa inflamación en los tejidos circundantes. Eso produce mucha presión y resulta en un dolor punzante. El dolor de la FM no es exactamente el mismo que el dolor de una migraña, pero se cree que mecanismos similares podrían estar implicados.

Entonces considera esto - todos tenemos un conjunto secundario de nervios en nuestros vasos sanguíneos y glándulas sudoríparas que se ocupan principalmente del volumen de sangre y el sudor. La investigación publicada a finales de 2009 reveló que, al menos en algunas personas, estos nervios también parecen transmitir información sobre la temperatura. Los investigadores presumen que estos nervios, a menudo ignorados, pueden desempeñar un papel en las condiciones de dolor, incluyendo la FM y la migraña. Tiene mucho sentido, ya que tenemos problemas de flujo sanguíneo, sudoración excesiva, además de sensibilidad a la temperatura y una mayor respuesta al dolor. La hipersensibilidad en los nervios también podría explicar por qué la isquemia puede conducir a un dolor tan intenso.

Síndrome de Fatiga Crónica y Serotonina
La creencia común es que, al igual que la FM, el SFC implica bajos niveles de serotonina. Los síntomas son consistentes. El hecho de que los tratamientos que afectan la serotonina funcionan en algunas personas con esta afección también sirve de apoyo. Sin embargo, no es tan simple. De hecho, la investigación del papel de la serotonina en esta condición es suficiente para provocar un cortocircuito en cada una de tus células cerebrales.

Tenemos algunas pruebas que demuestran que el sistema de producción de la serotonina está sobrecargado y algunos muestra dos subgrupos basados en función de la serotonina - uno con altos niveles y otro con niveles normales. Uno podría pensar que al menos para el primer subgrupo, sería necesario bajar los niveles de serotonina. Como de costumbre, el SFC suele desafiar a la lógica.

Eso es porque también tenemos evidencias que muestran débiles señales de transmisión relacionadas con la serotonina en el sistema nervioso central. La condición parece mostrar una producción hiperactiva, pero un bajo funcionamiento.

Está el cuerpo produciendo más serotonina para compensar una deficiencia en su uso, como un diabético tipo 2 que necesita insulina adicional para continuar el funcionamiento normal? Si es así, hay algunas áreas inundadas con serotonina, mientras que otros están privadas de ella? ¿Será que el exceso de serotonina está restringiendo los vasos sanguíneos y la sangre no puede moverse correctamente? Aún no tenemos respuestas, y la investigación ser confusa por la falta de subgrupos adecuados y coherente, a pesar de que la investigación sugiere que existen subgrupos existen y son muy diferentes unos de otros. Esto ciertamente podría explicar las diferencias en cómo las personas con SFC reaccionan a los tratamientos que afectan la serotonina.

¿Que significa todo esto?
Se sabe que la deficiencia de serotonina se asocia con muchos síntomas físicos y psicológicos. Algunos ejemplos de síntomas físicos incluyen: fatiga (a pesar de un descanso adecuado), trastornos del sueño, cambios en el apetito, sofocos y cambios de temperatura y dolores de cabeza. Ejemplos de síntomas psicológicos incluyen: cambios en la libido, trastornos del estado de ánimo, depresión e irritabilidad. Y cuando los niveles de serotonina son extremadamente bajos, los síntomas adicionales pueden incluir: calambres musculares, problemas del intestino y la vejiga, procesos de pensamiento rápido e incontrolable, entumecimiento emocional, estallidos emocionales o arrebatos, fantasías de escape, memoria torturante (insistir en revivir experiencias traumáticas), pensamientos de hacerse daño a sí mismo o a otros.

La conclusión es que, de alguna manera, la mayoría de nosotros tenemos una desregulación de serotonina de algún tipo, y parece probable que contribuya a las anormalidades del flujo sanguíneo que puede causar una variedad de nuestros síntomas. Esto es algo a tener en cuenta al momento de sopesar los efectos de los tratamientos, ya que para nosotros es realmente la única manera de aprender sobre nuestros grados individuales de desregulación de la serotonina.

Esta información ha sido recogida del blog LA FIBROMIALGIA NO ES EL FINAL DE LA VIDA

viernes, 27 de mayo de 2011

CONVIVIR CON FIBROMIALGIA Y SINDROME DE FATIGA CRONICA. De nuestra amiga Marian Rubio Martinez


Meditación, relajación, trabajos multidisciplinares o ejercicios de baja intensidad, una buena forma de sobrellevar estas dolencias con una cierta calidad de vida.

Está demostrado que la relajación y la disminución del estrés, ayudan a paliar en parte el dolor que provoca la fibromialgia, por lo que encontrar la terapia que más se adecue a cada cual va a ser de gran ayuda.

En lo que respecta al Síndrome de Fatiga Crónica, las terapias de relajación son también de gran ayuda, pues predisponen al cuerpo a no llegar al punto extremo de extenuación.

Existe gran cantidad de terapias encaminadas a relajar cuerpo y mente que sin duda ayudan en la mejora de la calidad de vida de los afectados, por lo que una mayoría de ellos encuentran alivio en alguna de estas prácticas.



Diversas terapias para distintos enfermos
No todas las personas afectadas de Fibromialgia, SFC o de las dos al mismo tiempo, responden por igual a una misma disciplina, por ejemplo hay quien se siente más cómodo con una determinada terapia, o puede que encuentren alivio en distintos tratamientos, por lo que la diversidad de ellos cubre la gran mayoría de las necesidades.

Tanto enfermos como asociaciones están de acuerdo en que la mejoría en los síntomas tiene una relación directa en si se practica o no alguna de estas actividades.

Técnicas de relajación o de meditación
Meditación, Yoga, relajación, aromaterapia, Shiatsu, etc., son técnicas muy adecuadas para poder sobreponerse a los episodios de dolor o agotamiento, de hecho algunas de ellas aportan algo más que una desconexión mental de los quehaceres diarios muy útil ante el dolor y agotamiento, tan habituales y fluctuantes en estos afectados.


La práctica del Yoga en particular, contribuye también en la flexibilidad perdida por el anquilosamiento, así como en la mejoría del tono muscular.

Ofrecen asimismo la posibilidad de desconectarse de las prisas y del estrés que provoca la vida diaria sobre todo en grandes ciudades, por lo cual en casi la totalidad de los casos se ha constatado su utilidad.

Ejercicios de baja intensidad
Son recomendables para evitar anquilosamientos, aunque los esfuerzos para poderlos llevar a cabo sean mayúsculos sobre todo durante los episodios de dolor o cansancio. Uno de los más recomendados por especialistas es el aqua gym, pues ofrece movilidad sin sobrecargar muscularmente por ser practicado en el medio acuático.

Por los beneficios que va a comportar el hecho de seguir con la terapia durante los episodios de dolor o cansancio, el afectado de Fibromialgia o SFC, deberá de intentar no dejar dicha rutina aunque sea en su mínima expresión, pues el beneficio que comporta es mayor que el esfuerzo que representa.

Trabajos multidisciplinares
Posiblemente sean los que más ayuda aporten, pues se trata de una combinación de los anteriores, por lo que desde los especialistas hasta las asociaciones de afectados, son los que recomiendan con más ahínco, por la notoria mejoría que aportan a quienes los practican.

La combinación de un ejercicio de baja intensidad como puede ser el mencionado aqua gym, o un yoga adaptado a personas con una movilidad y equilibrios reducidos, por poner uno de tantos ejemplos, con un plan de relajación o meditación, hacen de estas enfermedades, algo más llevadero.

lunes, 23 de mayo de 2011

SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA. Aspectos generales


Qué es el Síndrome de Fatiga Crónica
El Síndrome de Fatiga Crónica, también conocido por otros nombres como el de Fatiga Crónica y Disfunción Inmune y encefalomielitis miálgica o encefalopatía miálgica es un trastorno a largo plazo que afecta al cerebro y a otros sistemas, incluyendo el sistema inmunológico, el endocrino y el sistema autónomo.


La fatiga debilitante suele ser el síntoma más frecuente. Otros síntomas comunes incluyen la falta de sueño, dolor del cuerpo y confusión mental. Los problemas emocionales como la depresión, ansiedad, irritabilidad y dolor generalizado también son comunes.

La severidad del SFC es muy variable. Mientras que algunos pacientes continúan llevando vidas relativamente normales, otros no pueden salir de casa o incluso deben permanecer en la cama.
En la mayoría de los casos de síndrome de fatiga crónica este crea síntomas de moderados a graves y reduce en un porcentaje entre el 50% al 85% el nivel de actividad del paciente.

Considerada en muchos casos como una enfermedad grave, a largo plazo, el síndrome de fatiga crónica afecta en muchos aspectos la vida del paciente, creando muchos problemas que requieren ajustes para llevar una vida normal.

Los pacientes deben luchar para controlar sus síntomas y adaptar sus vidas a los límites impuestos por su enfermedad. Las adaptaciones pueden incluir la reducción o eliminación de trabajos, el ajuste de las responsabilidades familiares, hacer frente al aumento del estrés y las emociones intensas, y llegar a un acuerdo consigo mismo para asimilar la pérdida y reducción de las capacidades físicas.
El SFC es una enfermedad común. Esta puede afecta a todos los grupos sociales y económicos, sin distinción de razas, sin embargo, alrededor de tres cuartas partes de los pacientes son mujeres.

Dado que no existe todavía ninguna prueba de diagnóstico para la identificación de síndrome de fatiga crónica, el diagnóstico puede ser difícil.

La fatiga severa y otros síntomas pueden ser causados por varias enfermedades diferentes. La enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia con los criterios utilizados y desarrollado en 1994 por un comité de consenso internacional organizado en Estados Unidos.

Usando sus directrices, el síndrome de fatiga crónica se diagnostica en un proceso de dos pasos.

.- En primer lugar, un examen médico completo y pruebas de laboratorio, esto se utiliza para excluir otras enfermedades que tienen síntomas similares (además de la fibromialgia, estos pueden incluir problemas de la tiroides, anemia, enfermedad de Lyme, el lupus, esclerosis múltiple, hepatitis).
.- En segundo lugar, si otras enfermedades han sido excluidas, un paciente se considera que tiene síndrome de fatiga crónica, si dos criterios se cumplen:

1.El paciente ha experimentado por lo menos varios meses de una fatiga debilitante que le obliga a una reducción sustancial de su actividad.

2.El paciente refiere cuatro o más de los siguientes ocho síntomas:
- Deterioro de la memoria o la concentración (confusión mental)
- Dolor de garganta
- Nódulos linfáticos sensibles en el cuello o la axila
- Dolor muscular
- Dolor en las articulaciones sin inflamación o enrojecimiento
- Dolores de cabeza de un tipo nuevo o diferente
- Sueño no reparador
- Fatiga extrema después de una actividad moderada


Una definición más reciente hace hincapié en cinco síntomas: fatiga, malestar post-esfuerzo, trastornos del sueño, dolor y problemas cognitivos.

Es importante señalar que la presencia de síndrome de fatiga crónica no excluye el padecer otras enfermedades. La mayoría de las personas con síndrome de fatiga crónica también tienen fibromialgia y pueden padecer además síndrome de intestino irritable (SII), candida (candidiasis), alergias de tipo alimenticio o químico, depresión y trastornos del sueño como la apnea y el síndrome de piernas inquietas.

La causa del síndrome de fatiga crónica es desconocida, ya que puede aparecer tanto en grupos como en casos individuales, y porque se manifiesta con una gran variedad de síntomas y en una amplia gama de niveles de gravedad, algunos investigadores sugieren que el SFC puede ser un término genérico para varias enfermedades.

Hasta el momento, no hay cura para el síndrome de fatiga crónica, el tratamiento se enfoca en controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Este tratamiento debe ser a la medida de cada paciente, a menudo centrado en hacer frente a los síntomas más molestos, como los trastornos del sueño y el dolor generalizado.
Dado que ningún medicamento es especial, debe de haber un período de experimentación para encontrar lo que funciona mejor para cada individuo en concreto. Los medicamentos pueden tener que cambiarse periódicamente, ya que pueden perder eficacia. Los pacientes suelen empezar con dosis muy bajas.
Para sobrellevar la fatiga se debe vivir dentro de los límites incluyendo estrategias como el establecimiento de prioridades, tomar descansos regulares, tener períodos cortos de actividad, y gestionar la vida mediante un calendario para controlar los eventos especiales como vacaciones.
La fatiga también puede reducirse al abordar el dolor y la falta de sueño, los cuales la intensifican. El manejo del estrés, el ejercicio moderado y una alimentación saludable puede ayudar a reducir la fatiga.

Al igual que con la fatiga, el dolor es un reflejo de los límites impuestos por la enfermedad, Conocer estos límites y permanecer en ellos puede ayudar a disminuir ese dolor.
Además cuando nos sentimos cansados, experimentamos el dolor más intensamente, por lo que la reducción de la fatiga también reduce el dolor.

Los trastornos del sueño como la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas son muy comunes en personas con síndrome de fatiga crónica y el sueño se puede mejorar mediante el tratamiento de ellos.


Síntomas
Las personas con síndrome de fatiga crónica suelen tener muchos y diferentes síntomas. La gravedad de estos, a menudo, aumenta y disminuye dependiendo de distintos factores tanto internos como externos.

Los cuatro síntomas más comunes son fatiga, dolor, alteraciones del sueño y problemas cognitivos.

Fatiga: La fatiga es vivida como un agotamiento profundo que puede ser causado por bajos niveles de actividad o sin razón aparente. La fatiga es a menudo desproporcionada a la energía gastada y dura mucho más tiempo de lo que sería normal en una persona sana. Esta fatiga puede verse intensificada por la hiperactividad, la falta de sueño, el estrés, las emociones o incluso una mala alimentación.

Dolor: El dolor puede ser experimentado comúnmente en las articulaciones o como un dolor generalizado de todo el cuerpo que a menudo es descrito como la sensación de ser atropellado por un camión. El dolor puede ser intensificado por la hiperactividad, sueño no reparador, ansiedad y estrés, y los cambios en el clima.

Alteraciones del sueño: El sueño se experimenta como no reparador. Los pacientes a menudo se sienten tan cansados cuando se levantan como antes de ir a la cama. Los problemas del sueño suelen ser una parte de la enfermedad, pero pueden ser intensificados por otros factores como el estrés, la hiperactividad y la falta de un buen ambiente para dormir.

Los problemas cognitivos: La mayoría de los pacientes con SFC tienen dificultades cognitivas, a menudo llamada "niebla del cerebro". Los problemas cognitivos incluyen sensación de confusión, dificultad para concentrarse, tener que buscar las palabras y fallos en la memoria a corto plazo. La niebla cerebral se puede reducir mediante la limitación de la actividad, descansar lo suficiente y limitando la entrada sensorial.

Otros síntomas: Los pacientes pueden experimentar otros síntomas creando así un malestar adicional. Estos síntomas pueden ser: dolores de cabeza, fiebre de bajo grado, dolor de garganta, dolor en los ganglios linfáticos, ansiedad y depresión, zumbido en los oídos, mareos, dolor abdominal (gases, hinchazón, períodos de diarrea y / o estreñimiento), alergias y erupciones, sensibilidad a la luz y el sonido, cambios de peso, intolerancia al alcohol o sensaciones anormales de la temperatura tales como escalofríos o sudoración nocturna.

viernes, 20 de mayo de 2011

FIBROMIALGIA. Aspectos generales


La fibromialgia (FM) es una condición médica común caracteriza por dolor generalizado y rigidez, fatiga, problemas de sueño y dificultades cognitivas. La enfermedad no daña los tejidos y no es progresiva o fatal. La severidad de la fibromialgia varía mucho de paciente a paciente. Algunos pacientes continúan trabajando, aunque una minoría significativa no pueden seguir haciéndolo ce manera normal.


La fibromialgia afecta muchas partes de la vida del paciente y afecta a las vidas de aquellos que la conocen. La lucha de los pacientes para controlar los síntomas y adaptarse a las limitaciones y tensiones interpuestas por su enfermedad. Además, deben lidiar con la pérdida, la incertidumbre y, a menudo, la falta de comprensión de los demás. Los familiares tienen que llegar a un acuerdo con la pérdida también y con frecuencia asumir nuevas responsabilidades. Hay por lo general consecuencias económicas, muchos pacientes dejan de funcionar, reducir sus horas o la jubilación anticipada.

El curso de la fibromialgia puede variar. La ubicación y severidad del dolor puede cambiar con el tiempo. Los síntomas pueden ser intermitentes, fluctuantes o persistentes. Factores desencadenantes de la intensificación de los síntomas pueden incluir un exceso de actividad, la inactividad, el estrés, el trauma, movimientos repetitivos, la falta de sueño, las emociones fuertes y cambios climáticos.



Sintomas:La fibromialgia se caracteriza por la presencia de múltiples síntomas. La gravedad de los síntomas a menudo se aumenta y disminuye. Los síntomas más comunes son dolor, falta de sueño, fatiga y problemas cognitivos.

Dolor: El dolor generalizado es el síntoma más destacado de la fibromialgia. El dolor, que se describe como dolor punzante, ardor, se considera, en general en todo el cuerpo, aunque puede comenzar en una región y o moverse de un área a otra. Puede ir acompañada de problemas neurológicos tales como hormigueo y quemazón o adormecimiento en las manos, brazos, pies, piernas o cara. El dolor puede ser intensificado por la hiperactividad, sueño no reparador, ansiedad y estrés, y los cambios en el clima.

Trastornos del sueño: El más común segundo síntoma de la FM es la falta de sueño. Los pacientes pueden tener dificultad para dormirse o se despiertan con frecuencia. En la mayoría de los casos, el sueño no se experimenta como de restaurador o refrescante, probablemente por el poco tiempo pasado en el sueño profundo. La mayoría de los pacientes sufren de un trastorno del sueño, pero la falta de sueño también es causada por otros factores como el estrés, la hiperactividad y la falta de un buen ambiente para dormir o dormir buenos hábitos.

Fatiga: Alrededor de tres cuartas partes de los pacientes con FM padecen a la vez síndrome de fatiga crónica. Se caracteriza por un profundo sentimiento de agotamiento, la fatiga se puede manifestar como apatía, somnolencia y una menor tolerancia al ejercicio. Al igual que el dolor, la fatiga de la FM puede ser intensificada por la hiperactividad, falta de sueño, las emociones y el estrés.

Los problemas cognitivos: Muchos pacientes experimentan dificultades cognitivas. A menudo llamada "niebla del cerebro" o "lagunas" a problemas cognitivos que incluyen confusión, buscando a tientas las palabras, lapsos de memoria y dificultad para concentrarse. La fibroniebla es a menudo agravada por la actividad excesiva, sueño no reparador, emociones fuertes, el estrés, etc.

Otros síntomas: Muchos otros síntomas pueden acompañar a la fibromialgia, creando malestar y frustración adicional. Los síntomas comunes adicionales incluyen dolores de cabeza tensiónales o migrañas, fuertes emociones como la depresión y la ansiedad, dolor de mandíbula, zumbido en los oídos, mareos, erupciones cutáneas, sensibilidad a la luz y a los sonidos, los olores y la temperatura, sequedad en los ojos o boca.

Diagnóstico: No existe un marcador de diagnóstico para la enfermedad en la sangre de un paciente o las pruebas de la enfermedad que aparece a través de rayosX u otros exámenes.
Dada la ausencia de pruebas de diagnóstico, la fibromialgia se identifica en el informe del paciente de los síntomas, la historia clínica y un examen físico. El diagnóstico suele ser un proceso prolongado. Los estudios sugieren que se necesita un promedio de cinco años después de la primera aparición de los síntomas para obtener un diagnóstico.

La fibromialgia se diagnostica mediante la identificación de un patrón particular de los síntomas.
Los criterios para el diagnóstico son:

1) Una historia de al menos varios meses de dolor de muchas partes del cuerpo (izquierda y derecha, arriba y abajo de la cintura)
2) El dolor en al menos 11 de los 18 "puntos dolorosos" específicos del cuerpo. Los puntos sensibles son los lugares en el cuerpo que resultan dolorosas cuando se presiona. Estos puntos en la fibromialgia se encuentran en determinados lugares alrededor del cuello, hombros, pecho, codos, espalda baja, las caderas y las rodillas.


La fibromialgia puede presentarse por sí sola o en combinación con uno o más problemas médicos adicionales. Más de la mitad de los pacientes de fibromialgia también sufren síndrome de fatiga crónica. Otras enfermedades frecuentes son la artritis, el lupus, la depresión, el síndrome del intestino irritable (SII), enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), síndrome de vejiga irritable (cistitis intersticial), dolor miofacial, sensibilidad química, la enfermedad de Lyme, trastornos del sueño como la apnea y las piernas inquietas y problemas de tiroides.
La presencia de otras enfermedades puede intensificar los síntomas de la fibromialgia. El tratamiento de las demás condiciones generalmente alivia la fibromialgia.


Causas: La causa de la fibromialgia sigue siendo desconocida, pero la investigación actual se centra en cómo las señales de dolor son amplificadas por el sistema nervioso central (médula espinal y el cerebro). Esta teoría es a menudo llamada la "sensibilización central" del modelo, en contraste con la idea del dolor como una señal enviada al cerebro en respuesta a un evento en el cuerpo. Los pacientes con fibromialgia tienen niveles elevados de sustancia P, un neurotransmisor que comunica las señales de dolor, y menores niveles de sustancias químicas como la serotonina y la dopamina.
Hay evidencias que sugieren una susceptibilidad genética a la fibromialgia. El inicio de la FM es a menudo causado por una enfermedad o trauma, tales como una caída o accidente.


Tratamientos:Al igual que el tratamiento de síndrome de fatiga crónica, el tratamiento de la fibromialgia se centra en controlar los síntomas en vez de curar la enfermedad. Los enfoques incluyen medicamentos, tratamientos alternativos y medidas de autoayuda.
Los medicamentos son de uso frecuente para mejorar el sueño y el control del dolor, aunque su efectividad varía mucho de paciente a paciente. Los regímenes de medicación son generalmente desarrollados a través de la experimentación con diferentes medicamentos y las dosis.
El ejercicio es comúnmente recomendado, tanto para reducir el dolor y la rigidez como para revertir la falta de condición física.

Debido a que los pacientes con fibromialgia suelen tener más de un síntoma y porque cada síntoma suele tener más de una causa, es útil usar una combinación de tratamientos y estrategias para afrontarlos.
Dado que no existe un tratamiento estándar para la fibromialgia y los tratamientos útiles durante un periodo, más tarde o más temprano pueden llegar a ser ineficaces, los pacientes tienen que experimentar para encontrar lo que funciona para ellos. Ajustes de estilo de vida, que son baratos y seguros, por lo general producen resultados más predecibles.

El alivio del dolor a menudo es tratado con medicamentos, que pueden incluir analgésicos de venta libre, calmantes prescritos para el dolor, medicamentos destinados principalmente para dormir y antidepresivos.

El ejercicio es a menudo utilizado para reducir la rigidez y para fortalecer los músculos.
Al igual que con síndrome de fatiga crónica, el ritmo es una estrategia eficaz para controlar el dolor en FM es mantenerse dentro de los límites de actividad, tener períodos cortos de actividad, el cambio de las tareas más frecuentes y tomar descansos.
Debido a que el dolor se siente más intensamente cuando una persona está cansada o bajo estrés, la fatiga y reducir el estrés también reduce el dolor. Del mismo modo la falta de sueño intensifica el dolor por lo que mejorar el sueño es también una manera de controlar el dolor.
Otras estrategias de control comunes incluyen aplicación de calor o frio en las zonas más dolorosas, masajes, y la atención a la mecánica corporal (cómo el cuerpo se mantiene y cómo se mueve).

El tratamiento del sueño es otro ámbito en el que el uso de un enfoque experimental en una variedad de estrategias es útil. No solo los medicamentos han demostrado su utilidad en el tratamiento de problemas de sueño.
Los medicamentos comúnmente utilizados para tratar los problemas del sueño son productos de venta libre como la valeriana, antihistamínicos, antidepresivos tricíclicos, las benzodiacepinas.

A menudo, una combinación de dos fármacos se prescribe, uno para iniciar el sueño y la otra para mantener el sueño.
También el sueño puede ser mejorado mediante el uso de buenos hábitos como tener horarios regulares para acostarse y levantarse, limitar las siestas durante el día, evitar la cafeína y otros estimulantes antes de acostarse, y la práctica de relajación para conciliar el sueño.
Dormir bien es promovido también por tener un ambiente tranquilo, una buena cama y una temperatura adecuada en el dormitorio. Reducir el dolor antes de ir a la cama y dejar ir las preocupaciones puede ayudar a mejorar el sueño.

La fatiga suele ser tratada con el cambio de estilo de vida, especialmente el ritmo. Esto incluye estrategias como el establecimiento de prioridades, tomar descansos regulares, tener períodos cortos de actividad, la vida mediante un calendario y la gestión de eventos especiales como vacaciones y días festivos. La fatiga también puede reducirse al abordar el dolor y la falta de sueño, los cuales intensifican la fatiga.

Las estrategias que son generalmente útiles para reducir los síntomas de la fibromialgia, como el ritmo y el manejo del estrés, también ayudan a reducir la niebla del cerebro. Otras técnicas que a menudo producen un cierto control de la niebla incluyen dormir, lo que limita la entrada sensorial, ordenar mediante listas y otros recuerdos las rutinas diarias y semanales y mantener un entorno físico ordenado.

Pronóstico
La fibromialgia no es ni progresista, ni mortal. Así como no hay cura para el síndrome de fatiga crónica, no existe un tratamiento que cura la fibromialgia. Pero, como con el SFC, algunos pacientes experimentan una recuperación espontánea o una mejora notable. De hecho, la mejora es probablemente el resultado más común para la fibromialgia.

Una serie de medicamentos específicamente para el tratamiento de la fibromialgia se está estudiando, pueden ser aprobados en los próximos dos años.

miércoles, 18 de mayo de 2011

DOLOR Y FIBROMIALGIA, ASPECTOS PSÍQUICOS II



Después de tanto tiempo, una de las conclusiones personales a las que he llegado es que el desencadenante de nuestra enfermedad es un hecho más o menos traumático o la suma de muchos, es decir, lo que en psicología se conoce como "duelo".



Normalmente la gente por una cusa o por otra, (no vamos a decir que en nuestro caso somos especialmente sensibles) sufre o padece algún tipo de duelo, pueden ser del tipo emocional o traumático: la muerte de un ser querido, un accidente, una pérdida... Lo difícil o lo traumático en nuestro caso y que por lo tanto, a mi parecer, desencadena la enfermedad es el grado de aceptación de ese duelo, es decir, la forma de "encajar” ese dolor, esa pérdida, ese trauma...

Para personas que por una razón u otra se sienten "atrapadas" en ese dolor o trauma resulta casi imposible desprenderse de las consecuencias que lo acompañan, hasta tal punto que sin saberlo ese dolor o trauma, se convierten en una pesada carga en sus vidas.

Un buen día esa carga se convierte en insuperable, en algo por lo cual vivimos o padecemos una serie de consecuencias que no podemos dominar. Lo más fácil y lo más lógico es que exista un duelo, una exculpación, una forma de entender, asimilar y "archivar” dichas cargas, de “enterrar” por decirlo de una manera explícita dicho duelo.

Cuando esto no es posible, nuestro organismo, la parte física, queda descompensada, queda dañada, hasta tal punto que es nuestro propio cerebro el que manda las señales de alarma, en nuestro caso bien puede considerarse el dolor como dicha alarma.

Nuestro cerebro pone en marcha sus mecanismos de defensa y adquiere, por así decirlo, el control del organismo, (lo que tú no puedes dominar, va a acabar contigo, por lo tanto tomo el mando para sobrevivir). Dicho así suena casi irreal, pero sucede.

Hablando con muchas personas enfermas de fibromialgia, me he dado cuenta que en realidad la gran mayoría está enfermas del alma, enfermas de dolor interior, padecen grandes traumas infantiles, o familiares o simplemente llevan a cuestas pesadas cargas que les impiden ver más allá de su condición.
Por eso cuando la enfermedad ya se ha manifestado e impuesto en nuestras vidas el más mínimo disgusto, tristeza, contratiempo, se convierte en una barrera infranqueable y por lo tanto nuestro organismo trata de “impedir” que penetre más profundamente produciendo lo que muchos de nosotros llamamos “brotes” o etapas de dolor más agudas.

Hay que reconocer que llegados a este punto somos incapaces de administrar nuestros sentimientos y de ser conscientes de lo que es fundamental y lo que no... es muy difícil para una persona con una fuerte carga emocional el superar estas pruebas, por eso es el propio cuerpo el que “rechaza” de una manera física el problema, con dolor, con mareos, con agotamientos, con padecimientos físicos que nos impidan ir más allá.
Podría estar hablándoos sobre el tema mucho más pero prefiero ser breve y si os surge alguna otra duda ir comentándola... y a la vez escuchando vuestras opiniones y experiencias.

lunes, 16 de mayo de 2011

LA FIBROIALGIA NO ES UNA ENFERMEDAD PSÍQUICA




MITO 4: La fibromialgia es una enfermedad psíquica.

REALIDAD: Probablemente, en el origen y el desarrollo de la fibromialgia intervienen muy significativamente alteraciones del procesamiento de las señales del sistema nervioso. Hasta ahora no se ha podido probar que alguna enfermedad psíquica sea la causa única de la fibromialgia, lo que por otra parte parece muy poco probable.


Puesto que la búsqueda de posibles causas físicas en el organismo no ha aportado resultados positivos, inicialmente los científicos se centraron en los procesos que provocan el dolor, la propagación y el procesamiento del mismo. Se investigaron muchos procesos bioquímicos y bioeléctricos que afectan al procesamiento y percepción del dolor; por ejemplo, se estudiaron aminoácidos como el triptófano, neurotransmisores como la serotonina, los canales iónicos de las neuronas y las endorfinas, que son sustancias propias del organismo que tienen un efecto analgésico.

Como sustancia clave se reveló un neurotransmisor, la serotonina, ya que en muchos estudios se pudo comprobar que en los pacientes de fibromialgia la serotonina está disponible en menor cantidad que en las personas sanas. Puesto que en los casos de depresión suele haber niveles muy bajos de serotonina en el organismo, los médicos empezaron a aumentar la cantidad de este neurotransmisor en los pacientes de fibromialgia a través de inhibidores de la recaptación de serotonina (SSRI). Aunque es cierto que así se logró aumentar el nivel de serotonina en los pacientes, los síntomas de la fibromialgia seguían persistiendo.

Parece evidente que el neurotransmisor intracelular denominado sustancia P (P de pain, que en inglés significa dolor) desempeña un papel importantísimo en el procesamiento y la propagación del dolor. Gracias a esta sustancia, las células nerviosas (neuronas) pueden sensibilizarse especialmente frente al dolor. En comparación con las personas sanas, en los pacientes con fibromialgia la concentración de sustancia P es el doble o el triple. Posiblemente el organismo de los pacientes ce fibromialgia produce como reacción frente a la elevada sensibilidad al dolor, a su vez debida a la sustancia P, más “asesinos del dolor”, como la dinorfina, una sustancia similar al opio.

viernes, 13 de mayo de 2011

DOLOR Y FIBROMIALGIA. ASPECTOS PSÍQUICOS



La fibromialgia, una enfermedad bastante frecuente en la población general, puede estar influida por aspectos psíquicos que condicionen la respuesta del paciente a sus propios síntomas e incluso que estén relacionados con su aparición.



La fibromialgia es una enfermedad con una prevalencia del 4% en la población general, pero que representa el 30% de las consultas de reumatología. El síntoma principal que la define es el dolor generalizado y especialmente intenso a nivel de la columna vertebral y grandes articulaciones (hombro, rodilla, cadera...); así mismo es importante destacar que los pacientes se quejan a menudo de rigidez, más intensa al levantares, alteraciones del sueño (es característico el sueño fraccionado y poco profundo) y sensación subjetiva de hinchazón en las extremidades que luego no es objetivable a la exploración física ni con las técnicas diagnósticas. Tampoco es extraño que sus quejas se centren en la sensación de cansancio que dura la mayor parte del día y que empeora con el ejercicio físico así como parestesias (sensación de hormigueo) en las porciones distales de las extremidades como las manos o los pies; no obstante se ha demostrado que la fibromialgia se asocia con mayor frecuencia al síndrome del túnel del carpo.

A pesar de este cuadro clínico tan florido, la exploración física suele ser anodina y sólo merece la pena destacar la existencia de puntos de mayor sensibilidad al dolor en la palpación. Del mismo modo, las pruebas complementarias arrojan resultados normales.

Todos estos aspectos llevan al paciente afecto de fibromialgia a un peregrinaje por los distintos servicios médicos en busca de una orientación terapéutica adecuada que, en muchos casos, les resulta difícil de encontrar. Esta situación es vivida por el paciente con angustia y ansiedad que aumenta la sensación de dolor pero también ha llevado a preguntarse a los investigadores por la existencia de un patrón de personalidad peculiar que condicione la aparición de esta patología, así como su asociación con los factores psicológicos y sociológicos del paciente.

Los enfermos afectos de fibromialgia suelen ser "exigentes, cuidadosos ordenados y muy meticulosos" en todos los aspectos de su vida y también es característico encontrar rasgos depresivos aunque esto último no se sabe si es un rasgo innato de su personalidad o es una manifestación psicológica de adaptación al dolor crónico.

El dolor crónico es una experiencia vital que afecta a toda la esfera psíquica y social del paciente que le lleva a sentir desamparo y desesperanza que está asociado a una resistencia cualquier tipo de tratamiento. Es característico que haya quejas multisistémicas vagas, asociadas a la falta de hallazgos patológicos así como la negación de problemas psicosociales.

Estos pacientes rechazan que su enfermedad pueda tener una base psiquiátrica aunque hay evidencia de que hay un componente psiquiátrico ya que la mayoría de sus síntomas (alteración del sueño, astenia...) son síntomas cardinales de la depresión. Esta enfermedad puede ser considerada cono una entidad clínica del espectro afectivo. Buscando la posible asociación con sucesos que hayan sido traumáticos en la historia biográfica del paciente, se ha podido comprobar que es una entidad más frecuente en aquellos sujetos que han sufrido malos tratos o abuso sexual en la infancia, abuso de drogas...

Sin embargo, no se puede afirmar que la fibromialgia sea una enfermedad psiquiátrica ya que estas asociaciones no aparecen en el 100% de los casos y por tanto, hay ocasiones en las que no se sabe si la alteración psicológica precede a la fibromialgia o son consecuencia de ella. Lo que sí parece claro es que el dolor crónico tiene un componente afectivo y que está íntimamente ligado con la afectividad negativa como la ansiedad y la depresión.
La vivencia del dolor en la fibromialgia va a depender de las características de la personalidad del paciente; así aquellos pacientes que lo viven con tensión emocional, ansiedad, depresión lo experimentan con mayor intensidad y generalmente no responden al tratamiento farmacológico; por el contrario, aquellas personas que desarrollan conductas adaptativas positivas como la creencia en sus posibilidades para superarlo, se asocian con niveles más bajos de dolor.